Ante el desarrollo exitoso que han tenido los XVI Juegos Panamericanos, el 19 de Octubre del 2011, el gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez, anunció que postuló a la ciudad de Guadalajara para ingresar en la selección de uno de los eventos más grandes e importantes en la historia mundial: Las Olimpiadas del año 2024. ¿Sería este suceso de los juegos olímpicos un aspecto positivo o negativo en nuestra capital tapatía? Reflexionemos con la experiencia que estamos viviendo actualmente con los juegos panamericanos.
Antes de iniciar tan importante evento para todo el continente americano, podemos mencionar que entre la comunidad mexicana, particularmente en la sociedad tapatía, se manifestaron diferentes puntos de vista. Como siempre, los que más resaltaron fueron aquellas opiniones extremas. Algunas se inclinaban a favor, planteando que este evento ayudaría a Guadalajara a mejorar su situación física, con el arreglo de ciertas calles, mejorando la vialidad en ciertas zonas, construyendo nuevos y más estadios deportivos que en el futuro inmediato ayudaría a promover más el deporte entre nuestra sociedad, y que impulsaría a que la gente conviva más entre sí.
Otros, menos optimistas, discutían, que el gobierno iba a hacer únicamente lo mínimo suficiente para llevar a cabo tal evento y debido a la situación crítica de seguridad que nuestro país se encuentra sufriendo, consecuentemente tal evento llevaría a Guadalajara a un gran desastre porque el mundo se daría cuenta de la pésima seguridad que hay en nuestra ciudad, de la poca organización e importancia que nuestro gobierno le ha proporcionado a la capital de Jalisco.
Ahora que ya ha pasado una semana, los resultados han sido bastante sorprendentes. Ante la preocupación por los posibles caos de vialidad que se pudieran ocasionar, varias universidades implementaron la estrategia de ser más tolerantes con la puntualidad de los alumnos. Afortunadamente, en algunas partes de la urbe el tráfico se ha encontrado fluido. Otro punto que favoreció a la ciudad fueron las remodelaciones y ajustes que se hicieron en ella, como son los de la Glorieta Minerva, las reparaciones de algunas calles y avenidas, en los camellones como fue el de la Avenida Pablo Neruda, la construcción de nuevos estadios y ofrecer como espacio público permanente durante los juegos la Avenida Chapultepec, que entre otras cosas, han ayudado a unificar más a una comunidad alegre mexicana.
A partir de tal motivación surgida en nuestra sociedad, la participación de mexicanos en dicho evento ha sido increíble y al mismo tiempo que nos sorprende nos hace sentir orgullosos de la real capacidad del mexicano en el deporte, brindándonos coraje e inspiración de poder competir contra rivales de alto rendimiento. No obstante no todos los aspectos fueron positivos. Generalmente los gobiernos de Guadalajara se han enfocado en mejorar únicamente las áreas comunes de la alta y media clase social, pero ¿qué cambios se han realizado en las comunidades de escasos recursos? Poco ó ninguno. Por ejemplo, no hubo modificación alguna para el pueblo de San Juan de Ocotán, que a pesar de estar tan cerca de la Villa Panamericana, y siendo su vialidad de suma importancia para el acceso a estas instalaciones, se mantienen con baches, mala señalización, sin construcciones que apoyen al cruce del peatón y del ciclista. También como punto crítico se observan congestionamientos viales en horas pico, sumados a aquellos que acuden a los eventos panamericanos.
A partir de estas reflexiones, se puede decir que la decisión tomada en postular a Guadalajara para las Olimpiadas en el año 2024, podrían brindar a nuestra ciudad más aspectos positivos que negativos para el desarrollo socio-cultural. De los cuales se esperaría que mejoren los puntos faltantes resaltados dentro de los juegos panamericanos. Hasta ahora nuestra competencia para obtener la elección es todo un reto, ya que los concursantes son los siguientes países: Filadelfia (EE.UU), Toronto (Canadá), Lima (Perú), Buenos Aires (Argentina), Dubái (Emiratos Árabes), París (Francia) y Brisbane (Australia). Sin embargo mantendremos la expectativa de que nuestra ciudad y su gente es capaz de abrigar un evento de esta magnitud.
